Los que hasta el momento no creen que la minería es una actividad altamente contaminante o que la explotación de petróleo es juego de niños, son tan ingenuos o tienen intereses que perder.
Algunos años han pasado desde el estupor que causo el derrame de petróleo en las costas de España; tal fue la gravedad que la movilización de ayudantes y el prejuicio causado a los marisqueros-pescadores hasta el día de hoy no se revierte totalmente, y esto es porque la naturaleza tiene sus tiempos los cuales no son los de los humanos.
El Perú es país minero, pero son pocos los que resguardan la integridad de la población, la fauna silvestre y ecosistemas naturales. No hace muchos meses hubo un derrame de petróleo al sur de Lima , sin embargo no obtuvo la cobertura periodística necesaria para que la población tome conciencia de los riesgos mortales que día a día se tienen que soportar por el frenesí de incrementar las inversiones y el aumento del PBI nacional. Otros casos fueron denunciados pero al parecer poco o nada se hace por revertir esta situación.
Hoy y desde hace algunos días presenciamos el derrame de petróleo que cada vez es mayor frente a las costas de Luciana, debido a la explosión de una plataforma petrolífera el 20 de abril 2010. Se vierten al mar unos 5 mil barriles/día de petróleo, a través de tres fugas las cuales se encuentran en el tubo que conecta la plataforma con el pozo submarino.
El pozo se encuentra a unos 1,525 metros de profundidad y el vertido ha generado una mancha de aceite y petróleo que pudiese alcanzar la costa de cuatro Estados. Este pozo se ubica a 64 km . Al sureste de la desembocadura del río Misisipi.
La marea de petróleo amenaza a especies animales, playas y estuarios de Misisipi, Luciana, Florida y Alabama, calculándose que en menos de dos meses podría ser tan extensa como el originado por el petrolero Exxon Valdez, en Alaska en 1989.
Al contrario de lo sucedido en las costas españolas, en el golfo quisieron iniciar “incendios controlados” en espacios fabricados ex profeso para la ocasión, llevando las estructuras hacia altamar para su incineración, lo cual no fue ejecutado por las presiones oficiales en defensa del medio ambiente.
En el accidente murieron 11 trabajadores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.