31 de agosto de 2017

Los males de nuestro tiempo


Oscar Muñiz Corro


Muerte masiva de delfines en Francia y el Reino Unido.

Brasil es el país más peligroso para los ambientalistas.

Los pueblos indígenas y su víacrucis.

Estas son algunas noticias que circulan últimamente en los medios de información. Vemos que detrás de estas noticias existe una tragedia social.

Al igual que en Francia y el Reino Unido, en Perú también aparecieron cetáceos muertos, varados en las playas al norte de Lima. Hasta el día de hoy no se sabe la razón de las muertes mucho menos quiénes la originaron. En el caso francés y británico se afirma que más de mil delfines aparecieron muertos en el Sur Este del Reino Unido en el condado Devon, y en la costa atlántica francesa en la Bahía Vizcaína. Al respecto existen dos versiones, la popular que sostiene que todo es un misterio y la explicación científica, que las muertes de los delfines se debió a la pesca de arrastre a gran escala. En este blog nos inclinamos por la segunda explicación.

En cuanto a que Brasil, cuando se afirma que es un país sumamente peligroso para los ambientalistas, es un hecho comprobado que esta actitud es apoyada desde los grupos de poder económico por lograr monopolizar grandes extensiones amazónicas. No es casualidad que la corrupción y la criminalidad solo sea patrimonio carioca; en Perú han dado muerte a dirigentes nativos y el Estado ha reprimido y reprime brutalmente toda reivindicación de las comunidades nativas. Los casos emblemáticos son el caso Bagua y el  asesinato del dirigente nativo Edwin Chota. El caso brasileño es particular ya que este país ocupa el primer lugar en el ranking internacional de peligro. Global Witness, detecto 200 activistas ambientalistas muertos a nivel mundial en 2016, de este total 49 (25 %) muertos se dieron en ese país. Se detectó que los Estados brasileños más violentos en 2016 fueron Para, Maranhao y Rondonia. Para la Comisión Pastoral de la Tierra, la causa es el avance de la frontera agrícola la responsable de esta situación; se debe agregar al poder político y económico.

Edwin Chota


La situación de los nativos en Perú no es un caso aparte, tiene las mismas características que el caso anterior. El poder económico nacional e internacional y el poder político nativo fomentan el atropello a los derechos civiles y humanos de la población nativa. Dimensionar el conflicto es crucial. Son los recursos naturales que se encuentran ubicados en la amazonia peruana lo que mueve la codicia y el embelesamiento sobre esta mínima población. De esto estamos convencidos, como lo está la ONG Alianza del Clima, cuando sus directivos sostienen que las dificultades de los pueblos indígenas en general son la dificultad para legalizar sus territorios, para proteger sus derechos, aunque cuenten a su favor con la convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU. Alianza del Clima apoya la cooperación en Perú, especialmente con un taller para instalar lámparas solares en el proyecto “Oro negro de bisques verdes-Petróleo en la Amazonia”. Ya se logró implementar 500 lámparas en la ciudad de Iquitos. También existe un gran apoyo de la ciudad de Colonia-Alemania  a las comunidades nativas con un acuerdo con la comunidad Shipobo-Conibo a inicios de agosto 2017, para que las comunidades nativas puedan luchar contra  la expansión de las plantaciones de aceite de palma que elaboran biodiesel que es consumido en toda Europa.

A este respecto, el director ejecutivo de la Secretaria Europea de Alianza del Clima, Thomas Brose, pregunta, ¿es viable cuestionar la utilidad del derecho de la consulta previa? El director Brose  afirma diciendo al respecto “Si”. A continuación dice: “El proceso es solo para informar y cumplir con los requisitos legales, pero no influencia la implementación”.

La Alianza del Clima es una red de  municipios europeos que colabora con las poblaciones indígenas para la lucha contra el cambio climático y, donde Brose es el director ejecutivo. El reconoce que la red ha contribuido para que la comprensión del cambio climático tenga una visión integral pero no una visión medioambiental. También sostiene que más del 30 % del carbono en la Amazonia se encuentra en territorios de los nativos.

Por estas razones otra es la visión que se debe tener de la problemática de los pueblos indígenas amazónicos. Por un lado porque sufren problemas que les generan la demanda de sus recursos naturales y, segundo por la discriminación que ejercen los gobiernos.

La COP23 se realizara en noviembre 2017 en Bonn-Alemania. Para esta fecha esperamos que se conozcan estos asuntos y muchos otros adicionales.


La lucha por los derechos de los nativos sigue en pie, como también sigue en pie la lucha contra la expoliación de los recursos marinos, la corrupción en los Estados nacionales y de los políticos que los dirigen.  

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