Oscar Muñiz Corro
Muerte masiva de delfines en Francia y el Reino Unido.
Brasil es el país más peligroso para los ambientalistas.
Los pueblos indígenas y su víacrucis.
Estas son algunas noticias que circulan últimamente en los
medios de información. Vemos que detrás de estas noticias existe una tragedia
social.
Al igual que en Francia y el Reino Unido, en Perú también aparecieron
cetáceos muertos, varados en las playas al norte de Lima. Hasta el día de hoy
no se sabe la razón de las muertes mucho menos quiénes la originaron. En el
caso francés y británico se afirma que más de mil delfines aparecieron muertos
en el Sur Este del Reino Unido en el condado Devon, y en la costa atlántica francesa
en la Bahía Vizcaína. Al respecto existen dos versiones, la popular que
sostiene que todo es un misterio y la explicación científica, que las muertes
de los delfines se debió a la pesca de arrastre a gran escala. En este blog nos
inclinamos por la segunda explicación.
En cuanto a que Brasil, cuando se afirma que es un país sumamente
peligroso para los ambientalistas, es un hecho comprobado que esta actitud es
apoyada desde los grupos de poder económico por lograr monopolizar grandes
extensiones amazónicas. No es casualidad que la corrupción y la criminalidad solo
sea patrimonio carioca; en Perú han dado muerte a dirigentes nativos y el
Estado ha reprimido y reprime brutalmente toda reivindicación de las
comunidades nativas. Los casos emblemáticos son el caso Bagua y el asesinato del dirigente nativo Edwin Chota.
El caso brasileño es particular ya que este país ocupa el primer lugar en el
ranking internacional de peligro. Global Witness, detecto 200 activistas ambientalistas
muertos a nivel mundial en 2016, de este total 49 (25 %) muertos se dieron en
ese país. Se detectó que los Estados brasileños más violentos en 2016 fueron
Para, Maranhao y Rondonia. Para la Comisión Pastoral de la Tierra, la causa es
el avance de la frontera agrícola la responsable de esta situación; se debe
agregar al poder político y económico.
Edwin Chota |
La situación de los nativos en Perú no es un caso aparte,
tiene las mismas características que el caso anterior. El poder económico nacional
e internacional y el poder político nativo fomentan el atropello a los derechos
civiles y humanos de la población nativa. Dimensionar el conflicto es crucial.
Son los recursos naturales que se encuentran ubicados en la amazonia peruana lo
que mueve la codicia y el embelesamiento sobre esta mínima población. De esto
estamos convencidos, como lo está la ONG Alianza del Clima, cuando sus
directivos sostienen que las dificultades de los pueblos indígenas en general
son la dificultad para legalizar sus territorios, para proteger sus derechos,
aunque cuenten a su favor con la convención 169 de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) y la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
de la ONU. Alianza del Clima apoya la cooperación en Perú, especialmente con un
taller para instalar lámparas solares en el proyecto “Oro negro de bisques
verdes-Petróleo en la Amazonia”. Ya se logró implementar 500 lámparas en la
ciudad de Iquitos. También existe un gran apoyo de la ciudad de
Colonia-Alemania a las comunidades
nativas con un acuerdo con la comunidad Shipobo-Conibo a inicios de agosto
2017, para que las comunidades nativas puedan luchar contra la expansión de las plantaciones de aceite de
palma que elaboran biodiesel que es consumido en toda Europa.
A este respecto, el director ejecutivo de la Secretaria
Europea de Alianza del Clima, Thomas Brose, pregunta, ¿es viable cuestionar la
utilidad del derecho de la consulta previa? El director Brose afirma diciendo al respecto “Si”. A continuación
dice: “El proceso es solo para informar y cumplir con los requisitos legales,
pero no influencia la implementación”.
La Alianza del Clima es una red de municipios europeos que colabora con las
poblaciones indígenas para la lucha contra el cambio climático y, donde Brose
es el director ejecutivo. El reconoce que la red ha contribuido para que la comprensión
del cambio climático tenga una visión integral pero no una visión medioambiental.
También sostiene que más del 30 % del carbono en la Amazonia se encuentra en
territorios de los nativos.
Por estas razones otra es la visión que se debe tener de la problemática
de los pueblos indígenas amazónicos. Por un lado porque sufren problemas que
les generan la demanda de sus recursos naturales y, segundo por la discriminación
que ejercen los gobiernos.
La COP23 se realizara en noviembre 2017 en Bonn-Alemania. Para
esta fecha esperamos que se conozcan estos asuntos y muchos otros adicionales.
La lucha por los derechos de los nativos sigue en pie, como también
sigue en pie la lucha contra la expoliación de los recursos marinos, la corrupción
en los Estados nacionales y de los políticos que los dirigen.
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