Oscar Muñiz C.
No hay economía viable sin leyes que se cumplan. Por lo
tanto no hay posibilidad de una economía sustentable sin que se garantice la existencia de un marco jurídico y legal
donde la economía tenga la posibilidad de florecer y desarrollarse.
Esta es una premisa que hasta el más neófito en economía
conoce. Sin duda, el monitoreo y seguimiento permanente de los cambios en las actividades económicas
tendrá que hacerse con las normas legales y. La socio-antropología cumpliría
una tarea vital en este devenir. Al fin de cuentas las ciencias sociales solo
es una.
En realidad, por falta de coherencia es que el Perú siempre
esta desubicado, camina sin un norte. Sus fracasos son disfrazados de “mala
suerte”, cuando no hasta con creencias religiosas que justifican sus errores.
En esta oportunidad prescindimos de las estadísticas y de las
opiniones de tantos eruditos en estadística económica. Utilicemos dando un
vistazo a la Constitución del Perú vigente. La situación caótica del Perú salta
a la vista. Si no hay seguridad para la sociedad la población guarda a buen
recaudo su patrimonio. Si no hay veracidad política la credibilidad en los que
tienen el encargo de velar por la
estabilidad y seguridad económica y financiera se pierde. Si la corrupción es
pan de cada día en todos los niveles sociales, profesionales, jurídicos del Estado,
el porvenir es incierto.
Esto es lo que sucede en el Perú de hoy, desde hace décadas.
Sin duda la actual problemática no puede
ser tratada con un par de palabras. Seria pretencioso intentarlo. Para subsanar
esta situación escogimos revisar algunos artículos de la actual Constitución
vigente, en lugar de analizar los discursos mentirosos de los mandatarios de
turno.
Encontramos que le corresponde al presidente de la república,
dirigir la política general del gobierno, velar por el orden interno y la
seguridad exterior; dirigir mensajes al Congreso una vez al año, donde incluirá
los detalles de la situación de la Republica y las mejoras y reformas que crea
convenientes. Efectivamente el actual presidente de la república compareció
este 28 de julio 2017 a enumerar sus acciones al respecto. Si él cree que es
digno su discurso se equivocó, pues tuvo que pedir disculpas por su fracaso,
culpando, cuando no, al fenómeno natural El Niño y al caso de corrupción más
grande en la historia nacional como es el caso Lava Jato-Odebrecht. La economía
peruana esta en descenso, la inversión privada no existe, el desempleo se
incrementa, el nivel de precios al consumidor sube día a día y, la mediocridad
ministerial insufla más zozobra en la población.
El conjunto de los poderes del Estado están de espaldas a lo
que la Constitución establece sobre el régimen económico. De espaldas a la iniciativa privada y a la economía social
de mercado, donde el Estado tiene el encargo de orienta el desarrollo del país
y actuar principalmente en las áreas de promoción de empleo, salud, educación,
seguridad, servicios públicos e infraestructura. Esto al gobierno poco le interesa.
También da la espalda a cumplir con estimular la promoción de la pequeña
empresa.
Así como va la cosa, el Perú no va a ninguna parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario