10 de noviembre de 2017

Cumbres nevadas de Sudamérica


Con Ustedes desde hace diez años


Oscar Muñiz Corro





El cambio climático es el factor que incide en la violenta y persistente violencia en que desaparecen los glaciares en el continente sudamericano.

Según los últimos aportes científicos, los glaciares funcionan como amortiguadores en los periodos de sequía, porque en gran parte el agua que discurre desde las cuencas altas tiene su origen en los deshielos. De aquí su vital importancia ya que si desaparecen los glaciares, tal como viene sucediendo, se pierde la única fuente de agua renovable.

Las áreas de glaciares a todo lo largo del continente sudamericano está disminuyendo especialmente en los Andes. Ejemplo de este devastador fenómeno  es el cambio sufrido  en el glaciar FRIAS, al sur de la Argentina, en las últimas siete décadas.

Otro curioso ejemplo es el caso de los glaciares relacionados con el extinto volcán TRONADOR, el cual perdió menos masa en la última década con respecto a la anterior, ya que la pérdida se encuentra en equilibrito respecto al clima. El caso de los Andes en Venezuela, en el pico Bolívar y Humboldt, figura como el de mayor extremo, debido a que se encuentran en proceso de desaparición.    

Lucas Ruiz, hace una advertencia a tenerla en consideración: “Todas la proyecciones climáticas indican que las temperaturas van a seguir aumentando. Incluso si pudiéramos bajar la cantidad de emisiones de dióxido de carbono y mejorar la eficiencia de nuestras industrias, la temperatura aumentaría por unos 50 o 60 años más y después recién empezaría a disminuir”.

Visto este escenario, conociendo del escepticismo de un sector de la población mundial, incluyendo al presidente Donald Trump, en las próximas diez décadas la temperatura según pronósticos debería aumentar entre 1 y 4 C°, lo que significa que entre 20 o 30 los glaciares pequeños en Argentina de Campos de Hielo Sur desaparecerán y el resto de glaciares retrocederán considerablemente.  Actualmente la superficie de hielo en los Andes es de 30,000 Km2, que se distribuyen en 22,500 Km2 en Chile, 4,500 Km2 en Argentina y 3,000 Km2 distribuidos entre Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.


Una consideración de importancia es que en la zona andina peruana-boliviana habitan un alto porcentaje de la población nacional respectiva, que son usuarios de agua para beber, para uso agrícola y energético. Si desaparece esta posibilidad sin duda las perdidas serian inmensas, con el adicional de la inestabilidad de  los suelos y con riesgos de deslizamientos, aludes y aluviones.

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