25 de marzo de 2014

El Fenómeno El Niño 2014










Oscar Muñiz


El Fenómeno El Niño es recurrente. ¿Qué significa esta afirmación? Significa que periódicamente todos los años se registra su presencia. Adicionalmente, su intensidad es variada como también sus efectos. Regresemos tres décadas atrás.

En el tercer trimestre de 1982  me invitaron a conformar un equipo de especialistas conformado por personal de la Agencia para el Desarrollo Internacional y de la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales, con el fin de preparar un informe que planteara un balance del impacto del Fenómeno El Niño en la Costa Norte de Perú.

El trabajo de campo se inicio al finalizar año 1982, recorriendo por la carretera Panamericana Norte los departamentos de Lima, Ancash, La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes. Conforme avanzábamos los daños causado por el fenómeno se hacían más patentes y de mayor gravedad. El paisaje que se divisaba era irreal, ya que, donde había prevalecido el desierto de Sechura se observaba sobre el lado izquierdo de la carretera Panamericana una laguna en donde navegaban pescadores con redes y anzuelos; mientras que en lado derecho de la misma carretera Panamericana se observaba campesinos arando el suelo del desierto de Sechura, el cual era de una profundidad de más de 1.20 metros, que se había formado por los deslizamientos de huaicos desde la cordillera occidental de los Andes. ¡Un panorama realmente increíble!

Hoy, después de 31 años volvemos a escuchar las alarmas sobre el fenómeno El Niño. Salen los áulicos en la televisión exagerando como es su costumbre, otros que son mas adivinadores del tiempo que climatólogos ponen en alerta a los empresarios y comerciantes de ropas de vestir, anunciando que el 2014 no habrá invierno, por lo tanto pregonando van la catástrofe comercial. Sin duda que el otoño limeño del presente año no es igual al del año anterior ya que se registra temperaturas entre 19°C y 26° C, humedad de 63 % hasta los 91 %, con una sensación de calor de 25° C y una velocidad del viento de hasta 19 km/h. No faltan los impertinentes que hasta han predicho una inusual lluvia, por no decir peligrosas precipitaciones que pondrían en riesgo la seguridad de los pobladores.

Por estas consideraciones creemos conveniente reproducir la Introducción del libro “Análisis Ambiental del Impacto del Fenómeno El Niño 1982-1983” en la Región Tumbes Piura, 1984. El autor fue testigo presencial del fenómeno El Niño 1972 y 1982, comparándolos en su intensidad y devastación el segundo de ellos no tiene parangón ni siquiera con los posteriores fenómenos, después de 1982.

Antes de finalizar esta presentación, permítame Usted lector decir, que en el informe oficial recomendé  que “La tarea de rehabilitación debería de contar no solamente con los estudios de recomposición social de Tumbes y Piura, sino también con el concurso de una organización social a la cual le confiaran márgenes de libre disponibilidad en el uso de los recursos humanos y económicos; se debe reconsiderar la reorganización del espacio económico para que se permita utilizar un control en el uso del espacio geográfico, dadas las características cíclicas del fenómeno El Niño; que la participación social es de vital importancia en acontecimientos como el sucedido. Debido a ello se hace prioritaria la necesidad de contar con instrumentos de conjunción orgánica de los poderes del Estado; finalmente, este organismo debe contar con un equipo de profesionales ambientalistas, con organigramas de prioridad en la etapa de rehabilitación, y con un control en los niveles técnico-administrativo-político, utilizando el Plan Nacional  de Regionalización(2) que puede y debe contribuir a conformar el esquema legal para la prevención de los impactos ambientales negativos”.

De nuestra experiencia y observación, para una alta intensidad el Fenómeno El Niño, debiera iniciarse en el mes de octubre o noviembre, con una duración hasta el cuarto mes del año siguiente, siendo el pico más alto de la intensidad el mes de febrero, dato que indudablemente puede variar. La intensidad debe medirse por los efectos en el ámbito social, en la infraestructura habitacional, salud de la población (mortalidad), actividades económicas, infraestructura vial, descenso de la producción agrícola y daños en su infraestructura, disminución de la movilización de la población, variación de precios en general, entre otros.



INTRODUCCION

La manifestación del fenómeno El Niño 1982-83, se evidencio por la presencia de aguas cálidas en dirección contraria a la Corriente del Perú, aunándose entre otros factores, la elevación de la temperatura de las aguas superficiales, ocasionando la precipitación pluvial, que incremento el volumen de agua de agua de los ríos de la Costa, produciendo inundaciones y marcado cambios en las actividades productivas.

La ocurrencia de este fenómeno natural en los últimos 66 años se ha presentado con destacada intensidad en los años 1925-26, 1940-41, 1972-73 y 1982-1983, siendo este ultimo uno de los más catastróficos para la población de los departamentos del norte y para la economía nacional.
El inicio del fenómeno El Niño en la zona terrestre de Perú tuvo lugar en Diciembre de 1982 con una duración hasta el noveno mes de 1983, con efectos que se agudizaron por la falta de ayuda oportuna, la deficiente organización de la sociedad y la improvisación en el manejo del instrumental técnico-legal-economico-político (1).

La ubicación del territorio peruano en zonas donde se producen intensos fenómenos geodinámicos ha sido escenario de la disminución y aparición de producción natural, complejizándose los problemas sociales y económicos,  de la destrucción de la infraestructura productiva y de servicios, de la elevación de la mortalidad y de la acentuación de la migración poblacional.

El proceso de putrefacción de aguas estancadas acelero el desarrollo de larvas y fuentes de generación de enfermedades en la Región de Piura y Tumbes, incidiendo directamente en la población, originando epidemias, brotes en algunos casos que se vieron incentivados por el escaso apoyo sanitario y por las limitaciones presupuestales para dicha tarea.

Es así que las consultas medicas en la Región alcanzaron un total de 12,001 casos que se distribuyeron en 51.2 % en Sullana, el 19.19 % en Tumbes y el 29.63 % en Piura, representando los casos nuevos de enfermedades transmisibles 567 casos, distribuidos el 41.8 %, 24.69 % y el 33.51 % en las mismas localidades.

Las elevadas temperaturas registradas repercutieron gravemente en la población entre 0-5 años de edad, provocando en el mes de mayo de 1983 un total de 654 casos e deshidratación, teniendo Tumbes  un 55.81 % de estos casos y en Sullana el 37.16 %, habiéndose alcanzado la acción de rehidratación entre enero y mayo de 1983 un total de 30,024 tratamientos, tanto por vía oral como endovenosa, además del consumo de unos 60,000 sobres de sales utilizadas en dichos casos. Fue la Provincia de Piura la que soporto mayormente estos problemas y en donde se trataron solamente 14,885 casos, utilizándose 26,533 sobre de sales para la rehidratación. Mientras que en Sullana y Tumbes fue de 14,885 y 12,971 casos, utilizándose 2,168 y 4,970 sobres de sales respetivamente.

Los servicios periféricos en las Aéreas Hospitalarias de la Región Tumbes-Piura permitió atender un total de 125,028 personas entre enero y mayo de 1983, atención que se distribuyo el 52.37 % en la Provincia de Piura, el 35.32 % en la Provincia de Sullana y el 12.31 % en la Provincia de Tumbes, con una cobertura de atención solamente del 46.45 %. Las deficiencias médicas en la asistencia se reflejaron en el gasto de 4´706,000 soles, solamente en la Provincia de Piura entre el 11 de mayo y el 20 de junio de 1983.

Una de las enfermedades de mayor incidencia fue la tifoidea que, mediante vacunaciones preventivas pudieron ser controladas en la medida de las posibilidades y condiciones, teniéndose en cuenta que con 260,401 dosis solamente 83,439 personas fueron las protegidas. Asimismo la presencia de rabia canina ha sido una amenaza para la población, existiendo unos 3,380 perros a eliminar.

Lo grave de toda esta situación es la presencia de paludismo que de enero a mayo de 1983 tuvo un constante incremento mes a mes, llegando al mes de mayo con una cifra acumulada de 1,066 casos, que se distribuyo de la siguiente manera. Cuadro N° 01.


CUADRO N° 01

DISTRIBUCION MENSUAL DEL PALUDISMO


ENERO
FEBRERO
MARZO
ABRIL
MAYO
TOTAL
Enfermedad Paludismo
130
160
188
194
394
1,066
Crecimiento porcentual intermensual

123
118
103
203

Elaborado: Oscar Muñiz



La fumigación de las casas como acción inmediata para la erradicación y control de la proliferación de infecciones y pestes, alcanzo entre enero y mayo de 1983 un total de 37,953 viviendas, no contemplándose el rociado de las lagunas, producto de las intensas precipitaciones pluviales.

Todas estas acciones, sin embargo, no permitieron un control de las causas de la mortalidad que se incremento en 89.69 % entre enero y mayo de 1983 respecto al mismo periodo del año 1982, incrementándose la mortalidad infantil entre 0-5 años en el mismo periodo en 103.4 %.

Los casos notificados de enfermedades trasmisibles entre enero y mayo de 1983 fueron los originados por   la contaminación atmosférica y por los procesos de descomposición orgánica, que permitieron la aparición de vectores transmisibles de enfermedades en las zonas urbanas y rurales, siendo su connotación esencialmente diferente en ambas aéreas.

De esta manera, las enfermedades de considerable presencia en la Región fueron la gastroenteritis y las enfermedades respiratorias, debido al proceso de saturación ambiental por gérmenes en suspensión que causaron efectos perturbadores en la población de dichos departamentos.

Es así que la mortalidad general e infantil en los periodos de enero-mayo de 1982-83 en el departamento de Piura tuvieron un incremento, alcanzando sus puntos máximos en marzo de 1983, periodo en donde se destaco adicionalmente el mes de febrero. De igual manera en el departamento de Tumbes con un incremento de 97 %.

Las lluvias que afectaron las condiciones ambientales de los departamentos y la serie de limitaciones en el abastecimiento de alimentos en condiciones de preservación, provocaron enfermedades desintéricas que afectaron seriamente a la población infantil, originando el incremento de la mortalidad.

En el departamento de Piura los casos de enfermedades desintéricas se incrementaron comparando el periodo enero-mayo 1982 y 1983 en 182 %, mientras que las enfermedades respiratorias en el mismo periodo se elevo en 286 %, coincidiendo los meses de punta de febrero y marzo en ambos casos.

Es este aspecto el que ha elevado considerablemente los costos en la rehabilitación del área afectada y el cual solamente se puede contabilizar como aquel valor del potencial humano perdido por causas no solamente naturales sino también por ineficiencia, ineficacia y negligencia político-administrativa. Su evaluación no solamente corresponde a ciertas especialidades, sino más bien a todo un espectro de personas con miras a considerar al Perú como futuro.


(1)     Paralelamente se produjeron dos fenómenos de características contrarias a este, la sequia, localizada en el sur del país perjudicando en mayor medida al departamento de Puno e influenciando a los departamentos de Apurímac, Ayacucho, Arequipa y cusco. El segundo fenómeno caracterizado por los huaicos que se localizaron en la zona central del país.
(2)     El Plan Nacional de Regionalización, tuvo vigencia hasta 1990, año en que la economía de mercado hizo su aparición en la vida nacional, cuando por decreto supremo desapareció la planificación como instrumento de desarrollo del país.

Nota: La claridad de las fotografías no pudo ser mejorada. Pertenecen al original publicado en 1984, propiedad del archivo del autor de la obra. La presente publicación no incluye las estadísticas, cuadros y graficas que contiene el documento original.






FOTOGRAFIAS











Vistas Quebrada "Cola del Alacran" Sullana-Piura


Caleta La Cruz


Drenaje en Avenidas Sullana (izq) y Huancavelica (der), ciudad de Piura



Malecon Victor Eguiguren, ciudad de Piura



Ciudad Sullana, Quebrada Cola del Alacran










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