En el caso de los productos transgénicos*, que sustituyen a los productos alimenticios orgánicos, ASPEC presenta en base al artículo Nº 37 del Código de Protección y Defensa del Consumidor una situación controversial.
Nuestro planteamiento al respecto no va en contra de esa interpretación, más bien considera que los productos alimenticios agrarios posibilitan otro enfoque que continuación presentamos.
El Perú posee menos del 6 % de su territorio apto para la agricultura, lo cual equivale a 7’600,000 has. de tierras apropiadas para fines agrícolas (0.51 Has./hab.); la opinión técnica es que la paz y armonía entre los hombres se basa en evitar el hambre y la pobreza, ya que estas dependen de la productividad de la tierra; aún más, el desarrollo económico está condicionado no solo a la cuantía del recurso agrícola sino también a la eficiencia con que este sea manejado.
Si bien es cierto que esta extensión de suelos aptos para la agricultura es ínfima e insuficiente para el Perú de hoy, su mal uso se incrementa, privilegiando zonas que producen cultivos para la exportación, con el solo criterio de incrementar la balanza comercial y obtener réditos políticos a costa del hambre de millones de peruanos.
El Perú basa su economía en la agricultura pero con una capacidad limitada en producir alimentos. La consecuencia es el alto grado de pobreza que se observa entre sus pobladores. Por esta razón, la agricultura debió y debe adoptar métodos conservacionistas, entendiendo la conservación del suelo a la forma de adaptarse a las características e idiosincrasia de su pueblo. Para que se obtengan resultados debe tenerse presente que “la diferencia entre la producción actual y el potencial de alimentos puede ser disminuida en forma sustancial mediante la aplicación de técnicas o tratamientos de conservación del suelo y del agua, las cuales incluyen la selección de suelos apropiados para cultivos específicos y comprenden el uso de prácticas específicas adaptadas a cada clase de tierras” (ONERN, 1982).
De aquí surgiría la solución a la preocupación frente al hambre de la población, puesto que el déficit de productos alimenticios actualmente se satisface con la importación, generando mayor dependencia de la población, y el incremento del gasto público en ayuda alimenticia, como también en los negocios comerciales privados. Es por esto que la pobreza será el caballito de batalla de los políticos. Además, se impediría el consumo de productos transgénicos en el Perú y la exportación de productos orgánicos que incrementan la rentabilidad de algunas empresas.
*Transgénico: Que ha sido alterado genéticamente.
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