Conferencia Magistral, efectuada por el Dr. AXEL C. DOUROJEANNI (1) (2), Senior Consultant, Fundación Chile.
Contiene seis partes, tal cual el original
1. Las expectativas asociadas a la creación de organizaciones de recursos hídricos por cuenca
2. La creación de organizaciones de recursos hídricos por cuenca en las reformas de las Leyes de Aguas
3. Los atributos básicos de una organización de recursos hídricos por cuencas
5. La gestión de las intervenciones en una cuenca
6. Conclusiones
4. LA LEGISLACION Y LA CREACION DE ORGANIZACIONES DE RECURSOS HIDRICOS POR CUENCA
La hipótesis del presente trabajo es que una de las causas del fracaso de las organizaciones de recursos hídricos por cuenca no es que no sean una opción adecuada si no que se crean sin disponer de los atributos necesarios para que puedan cumplir sus roles.
El considerar el territorio de una cuenca para crear espacios de gobernabilidad (18) como base territorial para conducir procesos de gestión, con participación e involucramiento de los actores locales, se ha extendido por el mundo entero. América Latina y el Caribe tienen una larga tradición en considerar las cuencas para fines de aprovechamiento y gestión del agua bajo tutela del estado. Al respecto hay una serie de organizaciones de recursos hídricos por cuenca que empezaron a operar desde la década del 40.
Desde la década del 90 el enfoque por cuencas sin embargo se ha ampliado a la participación de los actores públicos, privados y de la sociedad civil que intervienen en las cuencas. Su conformación, con nombres como consejos, comités y mesas, está siendo introducido en las nuevas leyes de agua de los países. A nivel de cuencas transfronterisas también se han realizado avances importantes que se reflejan en los numerosos tratados firmados para tal efecto.
El considerar la cuenca como territorio de gestión tiene la ventaja que sus límites una vez seleccionadas las cuencas, no se discuten por que son fijados por la naturaleza. Una cuenca se puede fraccionar en sub cuencas para trabajar en unidades mas acordes con los intereses de cada grupo de actores y, a la inversa, se puede agregar e integrar muchas sub cuencas para conocer el efecto acumulado de las intervenciones en las cuencas mas grandes.
El problema es que al abordar el tema de gestión por cuencas, sobre todo a nivel político, se percibe que hay aun muchas carencias en la forma como se legisla sobre los temas de gestión por cuencas creando consejos de cuenca o equivalentes sin mencionar los requisitos básicos que deberá tener para cumplir con las funciones que se le asigna o que espera que cumpla. Lo grave es que en muchas de las leyes mas recientes se crean organizaciones de recursos hídricos por cuenca desprovistas de los elementos necesarios para cumplir sus roles y por lo tanto se pueden desacreditar rápidamente frente a la población y los actores que en un principio creen en estos sistemas.
Hay muchos entusiastas de la gestión por cuencas y la Gestión Integrada de Recursos Hídricos por cuencas que no saben lo que se requiere para lograrlo. A veces piensan que con solo crear un sistema (una mesa de agua por ejemplo) para reunir a los actores que intervienen en una cuenca ya está todo solucionado. Esto está lejos de ser suficiente. Las soluciones requieren tener conocimiento de lo que todos los actores desean lograr, como compatibilizar tales intereses, como respetar los limites naturales que impone la cuenca, como pagar los costos de los estudios y la gestión de la cuenca, como disponer de una fiscalización efectiva del cumplimiento de las reglas y otros muchos detalles.
Una ley que crea organizaciones por cuenca, tales como un consejo o una mesa de agua, solo da la partida de inicio al sistema pero es clave para determinar su futuro. Es una oportunidad rara que se pueda estar en el momento de la redacción de una ley que crea organizaciones de recursos hídricos por cuenca por lo cual no debe ser desaprovechada. No se debe descuidar, durante la formulación inicial de la ley, la asignación de roles, atribuciones y recursos para que cada organización de recursos hídricos por cuenca cuente con los poderes necesarios para cumplir los roles que se le asignen.
Luego de promulgada una ley que crea una organización de recursos hídricos por cuencas hay un largo camino para consolidarlas y hacerlas operativas. Eso requiere un financiamiento importante al inicio. Inclusive si la ley le da poderes a la agencia de la cuenca para realizar cobros no podrá realizar dichas cobranzas en forma inmediata. Necesita disponer de fondos de estado para poner en practica el sistema de cobranza.
Solo luego de unos años puede cobrar por el agua u obtener recursos financieros de otras fuentes.
Las estadísticas muestran que la sobre vivencia de estas organizaciones ha sido frágil y muy difícil, muchas veces por el solo hecho que han sido inoperantes por no haber sido equiparadas con los atributos y recursos financieros iniciales necesarios para cumplir sus roles. Esto es evidente cuando no se les asigna recursos financieros para partir. Estas organizaciones despiertan muchas expectativas que no se cumplen o son sujetas de intervenciones por intereses políticos.
De hecho es muy raro que los participantes de un consejo sin apoyo financiero, ni legal ni de equipos técnicos tenga poder de acción. Aun cuando se supone que ello no sea así la experiencia indica que la mayoría de los actores que participan en estos consejos, comités o mesas en general NO modifican sus programas de trabajo (del sector al que pertenecen) para poder articular sus acciones en función de los acuerdos tomados en los consejos, comités o mesas de cuencas de agua.
A lo sumo las reuniones sirven para saber que hacen los demás y eso solo dura un tiempo. Son contados los casos en que si hay verdaderos trabajos de equipo. Cuando la coordinación de acciones no funciona sucede que al cabo de uno o dos años se reduce la participación y las iniciativas mueren dejando además la sensación de un comité de cuenca que no sirve.
Las experiencias que indican que la coordinación efectiva de las intervenciones en la cuenca, que realizan los actores que se sientan en un comité de cuenca o equivalente, es reducida si dicho comité o mesa no cuenta con un equipo técnico de apoyo que les proporcione ideas y proyectos sobre como llevar a cabo los programas de coordinación y otros, en que temas, con que fondos, etc., tales coordinaciones. En esos casos, a lo sumo, las reuniones sirven para que los actores compartan sus trabajos, vía exposiciones, sobre lo que hace cada uno.
(1) Senior Consultant, Integrated Water Resources Management, Fundación Chile. axeldouro@hotmail.com , adourojeanni@fundacionchile.com
(2) Documento elaborado para el 1er ENCUENTRO DE ORGANISMOS DE CUENCAS HIDROGRAFICAS DE AMERICA LATINA Y CARIBE, De 18 a 21 de Noviembre de 2009 – Foz del Iguazú (Paraná – Brasil)
(18) El concepto de gobernabilidad implica que primero se consideren los impactos deseados con las acciones, luego se defina que productos se requieren para lograr tales impactos, luego que acciones permiten obtener los productos para finalmente determinar cual es el presupuesto requerido para llevarlas a cabo. En el caso de gestión por cuencas el impacto deseado debe ser definido por los actores que intervienen en la cuenca. Un gobierno normalmente sigue el camino inverso en sus decisiones: Se sujeta a un presupuesto, realiza acciones, consigue productos (pueden ser estudios por ejemplo) y luego averigua que impacto causó. Como están orientados a cumplir metas de gobierno, supervisadas por contraloría, muchas veces eso se resume a haber cumplido las tareas encomendadas (por ejemplo terminar y publicar el estudio) aun cuando no pase nada en la cuenca con ese producto. (ref. Salvador Parrado)
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