Óscar Muñiz
“Todo está interrelacionado. La guerra, el terrorismo, la política estatal, la economía global, la
austeridad económica, el fraude financiero, gobiernos corruptos, la pobreza y
la desigualdad social, la violencia política, Al Qaeda, ISIS, la desinformación
de los medios, el racismo, las armas de guerra de destrucción masiva, la derogación
del derecho internacional, la criminalización de la política, la CIA, el FBI,
el cambio climático, la guerra nuclear, Fukushima, la radiación nuclear, los crímenes
contra la humanidad, la alianza entre China y Rusia, Siria, Ucrania, la OTAN,
las falsas banderas, el 9/11”. (Michel Chossudovsky, Conceptos relacionados entre sí: la guerra, el
terrorismo y la crisis económica mundial en el 2015)
Empecemos el año
2016 por lo menos con algo de certidumbre. Decimos esto porque estamos en el
mes de enero y la catástrofe ambiental propalada a los cuatro vientos por
algunos interesados fue solo una campaña de esas de las que estamos
acostumbrados a soportar por lo menos en Perú.
Simplemente, el Fenómeno
El Niño 2015-2016 no es ni será de intensidad alta, como cierto sector sostuvo
por meses como si fuera una verdad absoluta. Nosotros no creímos es esta seudo
ciencia de la predicción. Dimos cuenta de ellos en su oportunidad, y aunque no
recibimos ningún comentario, tenemos la certidumbre de haber dicho nuestra verdad
con base a nuestra experiencia en el fenómeno El Niño 1982-1983.
Existen ocasiones
en que mantener silencio es inadecuado ¿El cambio climático es un hecho
controversial?
Sin duda.
Han tenido que
pasar más de tres décadas para percatarnos que la comunidad científica no está
de acuerdo en su conjunto sobre el tema. También se puede comprobar que el
hombre común y corriente no tiene la certidumbre sobre la modificación del
clima, pues sus “instrumentos” de medición naturales son escasamente confiables.
El criterio que
el cambio climático es producido por los cambios en los factores climáticos y
en las condiciones físicas del universo, como por ejemplo las incidencias en el
planeta Tierra por los cambios en el Sol, es una realidad.
Es evidente que
esta situación se agrava por el efecto invernadero, fenómeno originado por la
acción del hombre.
Lo cierto es que
el fenómeno El Niño, poco o nada añade al cambio climático. Su presencia no
implica incremento o decremento de las anomalías climáticas. El fenómeno El
Niño existe desde siempre. Las evidencias históricas confirman su antigüedad, muchas
veces catastróficas.
Falta mucho para
que la ciencia diga su última palabra. Por el momento estamos lejos de predecir
con precisión su intensidad.
Lo que sí se
puede afirmar es que el fenómeno El Niño se localiza en la costa norte de Perú,
esto es evidente, la ciencia lo confirma, como también demuestra la
desaparición de algunas culturas que se localizaron en lo que actualmente es el
departamento de Lambayeque en la costa del Pacífico norte de Perú.
Afirmaciones como
“El
planeta está más caliente ahora, eso es un hecho importante. Un planeta más caliente
genera consecuencias más peligrosas, eventos más extremos” (Williams Patzert,
experto de la NASA), son palabras tremendistas que no hacen más que mezclar dos
eventos diferentes: el fenómeno El Niño y el calentamiento climático. Esta
situación es grave y lleva a confusión. La responsable es nada menos que la BBC,
cuando propala que El Niño 2015-2016, será tan “grande y poderoso” como el de
1997 y 1998, además de señalar que las zonas más afectadas serían EUA (entre
enero-marzo), México y Sudamérica con grandes inundaciones.
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