Oscar Muñiz

Sin duda que se vive en un mundo cada vez más exigente, no tanto por las exigencias de la vida moderna, sino por el horizonte de posibilidades que el ser humano se propone sacar provecho.

En este proceso el reciclaje de los desperdicios es fundamental, cumple un rol definitivo tanto en el aprovechamiento económico como en el anticiparse  a la misma naturaleza en hacer su trabajo.

Este es el caso de la producción de bioplástico, teniendo como insumos  los residuos del tomate.

¿De que se trata este proyecto?

El Centro Tecnológico del Plástico (ANDALTEC), conjuntamente con el Instituto de Ciencias de Materiales de Sevilla (CSIC) vienen desarrollando un proyecto que permita producir bioplastico. Pondrán una planta piloto donde puedan producir bioplastico, desde los residuos del tomate triturado, puesto que este genera material de desecho  como piel, fibra y semillas, que son elementos con alta dificultad en ser reutilizables.

Francisco Javier Navas, investigador de ANDALTEC, considera que en España se generaran 6,500 toneladas/año y en toda Europa 25,000 toneladas/año de residuos de tomate.

Como es sabido el plástico proveniente del petróleo, este es cada vez más demandado por el mercado. Desde esta perspectiva la producción de bioplastico es una alternativa con gran potencial, frente a los plásticos obtenidos del petróleo.

Los investigadores intentan implementar a nivel semi-industrial un nuevo procedimiento de síntesis de bioplasticos, que no comprometa el acceso a los alimentos, porque utiliza una fuente de carbono alternativo.

El investigador Navas indica que el material tiene las características de adherirse al metal sin necesidad de utilizar otros componentes adhesivos.

Cuando se haya logrado la síntesis en laboratorio, el siguiente paso será lograr reproducir en l planta piloto la reproducción del bioplastico, lo cual constituirá el paso previo para su producción industrial.

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