28 de diciembre de 2015

2016


Tal es el desprestigio institucional en el Perú, que desde 1985 la presidencia de la Republica se convirtió en el botín de unos cuantos.

No es necesario demostrar para constatar el paroxismo al que  llego el Perú, desde 1990 hasta el 2000, pues el que no robaba era un “menso”, era un reverendo idiota.

La secuela de esta desventura la vivimos desde que un improvisado e inescrupuloso presidente nipón tomo el mando del Perú.

Los delincuentes no tienen miedo ni tienen vergüenza de serlo. La madre de un ladrón se sintió orgullosa de su hijo en su funeral. Hoy presenciamos a la madre de una candidata a la presidencia aparece en los mítines de su hija la candidata, habiendo sido denostada por  la que en contubernio con el delincuente paterno usufructuó el sitio de su madre como primera dama de la Nación. Disfruto, rio, de todas las fechorías y del dinero mal habido.

La actual Republica debe ser reemplazada por una nueva. Sin embargo, quién se atreve a refundar esta nueva República. La Republica que hoy vivimos está agotada, viciada, y solo es conveniencia para unos cuantos que hoy pretenden ser presidentes del Perú.


Muñiz & Asociados, les desea un Feliz Año 2016, a todos los peruanos, menos a los que mantienen el presente estatus quo. Igualmente un Feliz Año 2016, para todos nuestros lectores 

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