Oscar Muñiz
Las comunidades nativas en la amazonia peruana enfrentan
desde hace siglos el embate de la civilización occidental, no solo son
agresiones contra su integridad física, sino también haciendo uso de la usurpación
de sus recursos naturales, culturales y de supervivencia.
Nos encontramos en el siglo veinte y uno, no obstante el
saqueo de las riquezas como el petróleo, el gas natural, plantas medicinales, continúa.
Siendo un valor la integridad cultural, esta poco o nada importa a los
intervencionistas en las tierras ancestrales de los pobladores nativos. La ligazón
entre el crecimiento económico, el enriquecimiento ilícito, y la explotación de
la fuerza laboral nativa, de parte de las compañías y/o empresariado
internacional y nacional con las autoridades elegidas o no, conforman un bloque
que bajo el paraguas de traer desarrollo e incrementar las esperanzas para un
mejor sistema de vida, sigue dejando sin oportunidad a los pueblos nativos amazónicos
por optar libremente por el sistema de vida que más le convenga.
En los últimos años el mundo fue testigo de serios
acontecimientos contra los nativos en el norte de Perú. Actualmente este sistemático
proceder se expande por todo el oriente peruano. El poder político y económico dejo
inmune a los responsables, burlándose una vez más los derechos de las minorías nativas.
Actualmente somos testigos de la indolencia partidaria, cuando un grupo de
legisladores juran y perjuran defender los derechos civiles y humanos de esta minoría
de la población peruana.
Presentamos una vez más las seudo-legalidades, que al
parecer no es más que papel mojado.
En el Congreso de la Republica del Perú, en el Acta de la Comisiónde Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología, se consigna
la invitación a la primer ministro.
Se consigna que queda clara la necesidad de conocer cuáles
serán los criterios a tomarse en cuenta para hacer uso de los US$ 40 millones del
Proyecto de Titulación y Registro de Tierras III.
Como es sabido, actualmente la titulación se encuentra a cargo
de los gobiernos regionales, por tal motivo adicionalmente se quiere saber,
como y quienes estarán a cargo de la titulación.
En la misma reunión, el ministro del ambiente haciendo uso
de la palabra preciso la política del sector a su cargo en los siguientes
términos:
1.En cuanto a los recursos naturales, dijo que el ministerio
trabaja normas específicas para el control de vigilancia sobre liberación al
medio ambiente de organismos vivos modificados.
2.Se brinda incentivos a las comunidades nativas para
conservar sus bosques con fondos que provienen de Noruega por un total de US$
300 millones.
También se refirió sobre la gestión ambiental, precisando:
3.Se trabaja sobre calidad ambiental, preservación del aire
de la contaminación, en manejo de residuos sólidos, en manejo del agua y sobre
estrategias de saneamiento de la pequeña minería y minería artesanal.
4.El ministro informó de la creación del Instituto de
Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña.
5.Informó sobre la organización de la COP 20.
Por un lado, el ministro del ambiente deja entrever lo poco
o nada que le interesa tener en cuenta la realidad social de los grupos étnicos
en la amazonia peruana. Su interés está centrado en el financiamiento de la
vigilancia ambiental, para la conservación de bosques, para el manejo del agua,
para el incremento de la burocracia y los compromisos internacionales, cuando también
es su obligación defender los derechos de los nativos, vigilar sus intereses en
los foros nacional e internacional, luchar contra la usurpación de las riquezas
naturales y por ultimo sacar fuerza de donde no la tiene para enfrentarse con decisión
y con coraje a los saqueadores modernos, al Estado peruano, a las compañías nacionales
e internacionales y al gran capital, en beneficio de los nativos.
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