Oscar Muñiz
En anteriores publicaciones subrayamos que el fenómeno El
Niño se puede medir por su intensidad, por los daños causados. También dijimos
que el fenómeno El Niño de 1982 no tiene parangón en el último siglo por los
daños socio-económicos causados, estos superan con creces a los beneficios.
En el estudio “ANALISIS AMBIENTAL DEL IMPACTO DEL FENOMENO
EL NIÑO 1982-1983 EN LA REGION TUMBES-PIURA” (Oscar Muñiz), publicado
en octubre de 1984, se señalaba que “Aplicando
el concepto de valoración de los beneficios, como el pago por la adquisición de
los bienes, resultan estos nulos, ya que la destrucción del aparato productivo
no permitió abastecer el mercado normalmente , por el contrario, significo una
elevación de los precios. Asimismo, la valoración de los costos están
representado por el monto al que alcanzan los daños producidos en el entorno
social, ya que reflejan la pérdida real por efecto de la lluvias e inundaciones”.
En aquella oportunidad constatamos que debido a los efectos
del fenómeno no existió ninguna alternativa para escoger; según los costos de
oportunidad, no existió para el caso de Tumbes-Piura un proyecto alternativo,
por lo que no existió un beneficio directo y tangible. Según nuestro reporte de la época el
consolidado de las perdidas por lluvias e inundaciones fueron:
PERDIDAS
DEPARTAMENTO DE TUMBES
|
128,573
(1)
|
180.12
(2)
|
Agricultura
|
44,673
|
62.57
|
Pesquería
|
7,487
|
10.49
|
Electricidad
|
3,292
|
4.61
|
Transportes y Comunicaciones
|
57,897
|
81.09
|
Salud
|
415
|
0.58
|
Educación
|
1,279
|
1.79
|
Vivienda
|
13,530
|
18.99
|
DEPARTAMENTO DE PIURA
|
721,541
(1)
|
1,010.63
(2)
|
Agricultura
|
72,250
|
101.20
|
Electricidad
|
10,924
|
15.30
|
Hidrocarburos
|
451,500
|
632.39
|
Transportes y Comunicaciones
|
125,380
|
175.61
|
Turismo
|
50
|
0.07
|
Salud
|
940
|
1.32
|
Educación
|
4,760
|
6.67
|
Vivienda
|
49,710
|
69.63
|
Pesquería
|
6,027
|
8.44
|
TOTAL ZONA AFECTADA
|
850,114
(1)
|
1,190.75
(2)
|
(1) Millones de Soles
(2) Millos de dólares. Dólar MUC 1982:
713.96 soles.
Las recomendaciones fueron las siguientes:
1. La tarea de rehabilitación debería de contar no
solo con los estudios de recomposición social de Tumbes y Piura, sino también
con el concurso de una organización
social a la cual le confieran márgenes de libre disponibilidad en el uso de los
recursos humanos y económicos.
2. Considerar la reorganización del espacio
económico a un nivel que permita utilizar un control en el uso del espacio
geográfico dadas las características cíclicas del Fenómeno El Niño.
3. La participación social es de vital importancia
en acontecimientos como el sucedido. Debido a ello se hace prioritaria la
necesidad de contar con instrumentos de conjunción orgánica de los poderes del
Estado. Este organismo debe de contar con un equipo de profesionales
ambientalistas; con organigramas de prioridades en la etapa de rehabilitación;
y con un control en los niveles técnico-administrativo-político, utilizando el
plan nacional de regionalización que puede y debe contribuir a conformar el
esquema legal para la prevención de los impactos ambientales negativos.
4.
En cuanto a esto último actualmente vivimos una crisis
política, económica, ética y legal, a nivel del conjunto de las Regiones, por
lo que este tema es de actualidad y de suma importancia.
En el estudio del Fenómeno El Niño 1982, se incluyo la Matriz
de Impacto Ambiental, dada las discusiones técnicas sobre si el fenómeno había traído
beneficios o no, tanto para el ámbito socio-económico como para el ámbito
natural.
En la Matriz de Impacto Ambiental, se consideraron las
siguientes causas: modificación del hábitat, alteración del drenaje,
modificación del flujo de ríos, riego, modificación del clima, superficie o
pavimento, recarga aguas subterráneas,
automóviles-camiones, comunicaciones y vertidos de efluentes líquidos. En los
componentes ambientales se consideraron al Ambiente Físico (suelos,
geomorfología, recarga de agua, calidad atmosférica, Inundaciones, erosión
sedimentación, estabilidad); el Amiente Biológico (aguas marinas, calidad de
agua, arboles, peces, mariscos, insectos, pastos, parques y reservas); y el Ambiente Social (cosechas, agricultura,
zona residencial, zona comercial, zona industrial, pesca, lugares
arqueológicos, lugares históricos, estilos de vida, salud, empleo, red de
transporte, red de servicios). Tanto los beneficios como los impactos adversos
se clasificaron en Alto, Medio y Bajo. Solamente en las aguas marinas, arboles,
peces, mariscos, insectos, pastos y parque-reservas, se identificaron impactos
beneficiosos en diferentes graduaciones, mientras que el resto de los
componentes ambientales todos los impactos fueron adversos en sus diferentes
grados.
Actualmente en el 2014, se vuelven a escuchar las voces de
alarma sobre la aparición del fenómeno El Niño. Unos hablan sobre los
parámetros naturales como temperatura ambiental y de las aguas marinas, sobre
las precipitaciones; otros hacen comparaciones con el fenómeno de 1995; no
pocos hablan sobre las pérdidas en la producción agrícola (productos como el
mango y la vid para pisco), pesquera y manufacturera, y uno que otro se refiere
a la comparación con el fenómeno de 1982, sus inicios y evolución.
Han pasado 32 años desde que se produjo el fenómeno El Niño
en 1982. Las condiciones climáticas actuales no permiten predecir la intensidad
del fenómeno, mucho menos sus impactos. Lo que si podemos hacer es opinar sobre
las condiciones en las que enfrentamos
el actual fenómeno. No se cuenta con un modelo que permita aproximarnos
a un eventual Niño fuerte, moderado o
leve. No se cuenta, hasta donde se conoce, que los sectores como Salud y
Transportes cuan efectivos serian en una situación moderada o fuerte, mucho
menos estamos preparados para enfrentar lo que sucedió en 1982 cuando no
solamente hubo el fenómeno El Niño fuerte, sino que además se presentaron los
fenómenos de deslizamientos en el centro del país y la sequia en el sur de Perú.
En todo caso, ya es hora que ante la incertidumbre sembrada
en la población aparezcan los especialistas premunidos de sus conocimientos
climatológicos, económicos, sociales, y demás, para esclarecer el panorama, mas
aun cuando en estas situación el Perú no cuenta con un organismo que centralice
el monitoreo, la evaluación, y el pronóstico del fenómeno El Niño, paso a paso.
Más cautos son los que advierten tener prudencia y esperar hasta el mes de
agosto-2014 para verificar las temperaturas marinas.
Desde este punto de vista, el Perú perdió más de tres décadas
en formar y auspiciar esta especialidad. Seguimos como hace mas de 30 años en
que los economistas poco o nada de importancia le dan a este aspecto de nuestra
realidad, cuando la planificación solo se entera de la presencia del fenómeno
El Niño cuando aparecen sus efectos, cuando la angustia, la muerte, las enfermedades
agobian y rebasaban los esfuerzos que por humanidad prestan los obligados a
hacerlo.
Los periodistas que poco o nada tienen que ofrecer es el
sector menos cauto cuando entregan información, que decir de los directores y
responsables de periódicos, radios y canales de televisión. Sin embargo en la
actualidad al igual que en el caso del probable sismo que destruiría varias
ciudades especialmente de la costa peruana, no existe una cultura de prevención.
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