5 de junio de 2013

Una razón más de la importancia de la Amazonia









Por Oscar Muñiz



La información es fundamental para el conocimiento. En este contexto promover e incentivar a los interesados en la búsqueda de respuestas a las interrogantes que allanen el tránsito hacia el conocimiento es de vital importancia.

Actualmente la Amazonia capta la atención, cada vez mayor, de sectores que van desde el campo académico hasta los grupos que promueven activamente el desarrollo económico como el aprovechamiento de este espacio geográfico.

No es casualidad la importancia que adquiere la Amazonia, pues la importancia de eta zona se debe fundamentalmente a sus riquezas potenciales, aunque lamentablemente es la única área geográfica que hasta la fecha sigue siendo intervenida sin un verdadero plan en la ocupación espacial como en la utilización de sus riquezas. No en vano la historia señala que desde más de 400 años la Amazonia viene siendo intervenida de acuerdo a los intereses particulares, dando así la certidumbre de que no existe un plan para el proceso de su ocupación. Hoy se observa con claridad que la polarización en la intención de su ocupación va desde el saqueo de las riquezas naturales hasta la defensa preñada de fracasos. Más lamentable es cuando el Estado como tal no cumple con su verdadero rol, muy por el contrario, en muchos casos promueve un sospechoso desarrollo o simplemente se hace el sordo, mudo y ciego.

En este contexto, los estudiantes de la universidad de Turku, recorrieron los ríos Madre de Dios y de los Amigos (Sur del Perú), concentrando su atención en la vegetación sucsional joven, llamándoles la atención la inestabilidad del ambiente en el bosque tropical después de varios días de lluvia además reconocieron dos unidades mayores de paisaje, la varzea como zona inundable y, la tierra firme no inundable. El objetivo del trabajo fue el describir la distribución y dinámica de los diferentes tipos de vegetación, mientras que el estudio geológico los estudiantes tuvieron que ver con los procesos de las dinámicas tectónicas y fluviales.

En términos generales, en la selva baja o llano amazónico peruano existen hasta 300 especies de árboles por hectárea, un gran número de especies animales (aves, mariposas). Sin embargo el conocimiento científico sobre flora, fauna y geología es muy limitado como superficial el conocimiento de su geología, porque este se ha centrado en la búsqueda de minerales e hidrocarburos.

En el documento “Amazonia Peruana, Vegetacion Humeda Tropical en el Llano Subandino,

Proyecto Amazonia-Universidad de Turku-Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales, 1993”, se resalta que “La mayor parte de los datos científicos concernientes a la Amazonia están basados en estudios realizados en las partes centrales de la cuenca amazónica, concretamente en el Brasil, muchas generalizaciones que supuestamente son relevantes también en la Amazonia peruana necesitan ser revaluadas. No debería presuponerse que los estudios realizados en alguna otra parte de la cuenca Amazónica pueden ser representativos también para la amazonia peruana”.


Risto Kalliola y Maarit Puhakka, consideran los siguientes datos sobre la geografía de la Selva Baja Peruana: Superficie, 770,000 Km2 aprox. Altitud: 80 – 600 m.s.n.m. Ubicación: 69° 55’ y 76° 38’ longitud oeste; 00° 07’ y 11° 00’ longitud sur. Poca variación topográfica, complicado sistema hidrográfico con bastas planicies aluviales o terrenos colinosos no inundables. Bosque tropical ombrofilo de baja altitud muy húmedo, bosque tropical siempre verde estacional de baja altitud, bosque tropical ombrofilo aluvial y bosque tropical ombrofilo pantanoso y de pradera tropical alta inundada (UNESCO, 1980).

Siendo el aspecto geológico poco mencionado y por lo tanto poco difundido y conocido, he

aquí la importancia de esta publicación.


La selva baja peruana es parte de la región del antearco amazónico. Esta zona está sujeta a acciones de levantamiento o de hundimiento y acumulación de los depósitos fluviales a largo plazo (Kalliola y Puhakka, 1993).

El hundimiento es debido a los canales móviles de los ríos y su inclinación tectónica podría originar la afluencia de los ríos en una determinada dirección.

Por su origen la tierra firme no inundable son depósitos fluviales. En el norte predomina el aluvión antiguo alternando con sedimentos arcillosos-formación PEBAS; en la zona sur todos los sedimentos son de origen andino; existen en la cuenca Pastaza-Marañón.

Se podría conjeturar que los suelos de la selva baja peruana son diferentes a los suelos de otras regiones. Por tal motivo en el siguiente repaso a esta importante característica de la geología de la Amazonia peruana señalamos algunos rasgos de mayor importancia.

Matti Rasanen, en sus conclusiones considera que, “En un marco espacial, ciertas unidades geológicas del paisaje pueden ser documentadas dentro de la Amazonia peruana. Estas unidades pueden tener valores explicativos cuando los patrones biogeograficos de la región sean investigados. Las unidades se caracterizan por sus regímenes físicos y químicos y por sus antecedentes históricos ; pueden ser caracterizados desde los regímenes mas pequeños hasta los más grandes como, i) áreas de la selva baja relativamente limitadas con deposición en menor escala en el abanico fluvial y de “sheetflood” cerca a las estructuras de levantamiento andino; ii) las llanuras de inundación de los ríos de agua blanca de origen andino, variando en el patrón y la forma del canal, el ritmo de las inundaciones y en la geoquímica, de acuerdo a sus áreas de drenaje; iii) las llanuras de inundación de los ríos de agua blanca derivando los sedimentos relativamente meteorizados, a menudo Pleistocenicos y de origen andino, del aluvión de la selva baja; iv) las llanuras de inundación de los ríos meandriformes, temporalmente de agua mezclada o negra, los ríos que derivan su material del aluvión meteorizada en las tierras bajas provenientes en el escudo. Las facies del canal son enriquecidas con cuarzo de las facies de depósitos de la llanura inundable con minerales arcillosos de la meteorización; v) las cuencas inundadas caracterizadas por el hundimiento, la acumulación de sedimentos y un máximo perturbación físico atraves de la migración lateral y el abultamiento de los ríos meandriformes de agua blanca; vi) en complejo de abanico aluvial vulcanogénico, con su peculiar régimen de inundación y de disturbio fluvial por el rio Pastaza, caracterizado por un canal trenzado y relativamente estable, sujeto a abultamientos frecuentes. La geoquímica radicalmente también difiere de los depósitos vecinos intemperizados del Terciario Tardío; vii) las secuencia de las terrazas aluviales del Pleistoceno y de los llanos aluviales de diferentes edades y alturas con una buena preservación del relieve de agradacion. Aquí, los procesos erosivos esculpieron el mosaico edáfico del aluvión ligeramente meteorizado; viii) el aluvión de origen andino, fuertemente disectado, el cual puede estar totalmente meteorizado hasta la arcilla. El meteorismo y el lavado puede, en parte, haber homogeneizado el mosaico original del aluvión; ex) el aluvión fuertemente disectado proveniente del escudo, el mosaico edáfico, del cual probablemente ha sido en parte homogeneizado por la meteorización”.

Carina Hoorn, en su contribución “Geología del Nororiente de la Amazonia Peruana: La Formación Pebas”, concluye “La formación Pebas tal como aflora en el área situada entre Iquitos y Atacuari es, de acuerdo con un estudio palinológico, de edad Mioceno Medio (16,3-10,4 millones de años)”.

“La combinación de los datos sedimentológicos, paleontológicos y palinológicos lleva a la conclusión que la formación Pebas se origino bajo condiciones de tipo marino-marginal en un ambiente de pantanos y lagunas con influencia esporádica de procesos fluviales y de mareas y alternándose así condiciones de aguas dulces con las salobres. Esta situación se explica considerando que durante el Mioceno Medio existió una fase transgresiva a nivel mundial 8haq et al. 1987), durante el cual el área amazónica se ve periódicamente invadida por aguas costeras posiblemente provenientes del norte. Esta conexión con la costa se tunco como resultado del levantamiento de la cordillera oriental andina”.

“Los episodios fluviales que se reconocen en la formación Pebas son el producto de una red fluvial proveniente de la cordillera de los Andes que forma, posiblemente, el antecesor más antiguo del actual rio Amazonas. En otras localidades de la Amazonia se han reconocido vestigios de sedimentos fluviales de edad del Mioceno Temprano; sin embargo, la composición litológica y las direcciones de la paleocorriente de estos indican que se trata de un sistema fluvial con su origen en el cratón amazónico (Hoom 1988); por lo tanto en la formación Pebas se presentan las primeras evidencias de los depósitos por ríos que transportaban sedimentos de origen andino”.

La geología amazónica peruana es científicamente desconocida, solo tiene el sustento científico de la extrapolación con la información de la amazonia brasileña; la mayor área de los suelos amazónicos distan de contener la riqueza química y física que se creen tener para su utilización en la producción agrícola debido a su fragilidad, por lo tanto urge ahondar en el conocimiento de esta parte del territorio peruano.




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