18 de marzo de 2013

Los suelos de la Amazonia de Perú











Por Oscar Muñiz (1)


Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que la tala del bosque húmedo tropical se inicio desde aquel momento en que la actividad de caza y recolección dejo paso a la agricultura. Sin embargo cuando se implemento y desarrollo el cultivo rotativo lo hicieron con la sabiduría de lo que se debía hacer, acción que permitió en el tiempo el renacimiento del bosque primario o “purma”.

La idea que permaneció por muchas décadas al observar la diversidad y frondosidad del bosque amazónico era el de riqueza natural, donde el suelo adquiría la connotación erróneamente concebida de “fértil”, por la exuberancia vegetal, no percatándose que dicho suelo es el más pobre dentro de todos los tipos de suelos.

Otra razón de la pobreza del suelo está dada en su proceso de formación, pues su descomposición química se produce en terrenos porosos, que son los que más abundan. Este tipo de suelo posee una mínima o nula cantidad de nutrientes para la vegetación.




Debido a esto y, dada la naturaleza de los suelos, la agricultura exige la utilización de fertilizantes, que en muchos casos donde se utilizan llega hasta la saturación de los mismos, con lo cual la curva de fertilidad desciende, mientras que la curva de inversión en nutrientes (N, P, K) se incrementa. Paradójica situación en zonas de densa población, excluyendo valles en que la formación de suelo tiene otras características. (2)

Dada las características de los ecosistemas amazónicos la importancia del suelo es vital. Sin embargo, subrayamos, que no existe daño alguno al ecosistema por utilizar la práctica de cultivos de rotación, el roso y la quema.

Sobre este tema y basándonos en el estudio realizado en la selva alta (3) de Perú, se puede concluir que:

1°  Son 157,197 ha. deforestadas entre 1981 y 1986, lo cual representa el 23 % del área estudiada 681,695 ha. y, el 34 % existente en 1981 que era de 455,207 ha.


2° La tasa media de deforestación es de 6.1 % por año que equivale a 31,439 ha/año, con respecto al área con bosques en 1981.

3° Las perdidas máximas de suelos fue alcanzada en aquellos medios edáficos de naturaleza conglomeradica, en pendientes de 60 %, bajo cultivos de maíz y sin practicas de conservación y con una cobertura de 50 %, acusando 98.79 ton/ha/año. La mínima perdida de suelos fue de 0.87 ton/ha/año en Bosque primario con 90 % de cobertura, en 60 % de pendiente y con un me
dio edáfico e naturaleza conglomeradica.

4° El comportamiento de las aguas freáticas acusa que del total de pozos analizados el 70 % presenta problemas de mal drenaje y un 30 % con problemas potenciales de deficiente avenamiento.



(1)    Economista-Planificador Ambiental,  miembro del equipo de expertos proyecto Vigilancia Ecológica de la Degradación de las Tierras y Desertificación en el Perú.  
(2)    Harald Sioli, considera que la naturaleza ha inventado todos los trucos para mantener la circulación cerrada, para evitar la pérdida de nutrientes en la medida de que sea posible.
(3)    Vigilancia Ecológica de la Degradación de las Tierras y Desertificación en el Perú, Monitoreo Ecológico Huallaga Central y Bajo Mayo 1989. Oficina Nacional de Evaluación Recursos Naturales - Programa delas Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA - Programa del Golfo Árabe para el Desarrollo AGFUND .

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