Oscar Muñiz C.
Lima enfrenta una ola de calor que alcanzo en los últimos días
los 31° C, con poco viento y con eventos característicos de la época de verano
como el fenómeno El Niño –retrasado-, los deslizamientos, huaicos y otros.
Es evidente que el fenómeno El Niño tiene su inicio en los
meses de setiembre-octubre, y se prolonga hasta el primer trimestre del siguiente
año. En esta oportunidad el incremento de
la temperatura no se registraron en las fechas habituales y su retraso
es evidente. Por esta razón algunos se esmeran en dar ciertas explicaciones
frente al tardío aumento de la temperatura pero de contrabando hacen propaganda
a la privatización del agua, como si fuese un asunto de recién data, cuando
esta propuesta viene rondando a más de un interesado desde inicios de 1990
cuando Alberto Fujimori Fujimori, hoy preso en una cárcel de Lima, proponía este
negocio por medio de uno de sus adláteres el ex ministro de agricultura Absalón
Vázquez Villanueva.
Pero el fenómeno El Niño no solo tiene una característica, también
cuando se presenta se incrementa la temperatura de las aguas del Océano Pacifico
frente a la costa peruana, como también la desaparición de ciertas especies pelágicas.
Respecto a este punto se puede verificar que la extracción de anchoveta al mes
de diciembre 2016 se incrementó en 40.5 %, dejando la actividad pesquera una
utilidad de más de mil millones de dólares.
El Niño 2016-2017 es de poca intensidad, es atípico. De ahí atribuir
su alteración al cambio climático es una exageración, es un apresuramiento que
algunos lo fundamentan por intereses siempre ligados a la privatización del
agua.
En esta fecha simultáneamente se han dado otros fenómenos como los deslizamientos o huaicos, y una que
otra alteración en el mar del Callao y Chimbote, en este último puerto por
haber sido epicentro de un movimiento telúrico de 5° Richter.
Habría que tener presente que por su ubicación geográfica el
Perú intrínsecamente estará expuesto a la ocurrencia de fenómenos morfodinámicos (huaycos con graves efectos en las cuencas
de los ros Santa, Rímac y Pisco; deslizamientos en zonas deforestadas de Selva
Alta y en valles encajonados de la región andina; aluviones en la Cordillera
Blanca; inundaciones en las riberas de los ríos Huallaga, Ucayali, Marañón,
Amazonas, Tumbes, Piura, Santa, Chancay, Rímac, Cañete; movimientos de arenas eólicas en los
departamento de Piura, Lambayeque, Ica, Arequipa; fenómenos geodinamicos internos (sismos con mayor incidencia en Tumbes,
Lima, Moyobamba, Chimbote, Huaras y Arequipa; maremotos en Chimbote, Casma,
Callao, Pisco e Ica); y fenómenos climáticos (heladas en Junín, Cusco y Puno;
sequias en las zonas altoandinas de Puno, Cusco, Huancavelica, Apurímac,
Ayacucho, Arequipa, Lambayeque y La Libertad; y el Fenómeno El Niño, principalmente en los departamentos de Tumbes, Piura y
Lambayeque).
Se debe entender que en algunos años la
presencia del fenómeno El Niño es devastador como el de 1982-1983 y en otros
años no, lo que significa que todos los años se repite este evento pero no con la misma intensidad. Existen
temporadas en que los fenómenos morfodinámicos no son tan intensos y otros años
son todo lo contrario. Sin embargo existen tiempos en que los tres tipos de fenómenos
los morfodinámicos, la sequía y el fenómeno
El Niño se producen en el Perú, como el evento de 1986.
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