Oscar Muñiz
Las alarmas son por lo general atribuidas a eventos que por
su condición podrían considerarse un aviso previo a la alteración de lo
cotidiano. Cada evento tiene su evolución que es diferente de otro.
Las alarmas en el medio ambiente natural no siempre pueden
ser predictivas, sin embargo no cabe la menor duda que muchos científicos,
organizaciones dedicadas a la investigación quisieran ejercer un control o por
lo menos acertar en la eventualidad de una predicción que exija una alarma de
alerta.
En el caso que nos convoca tiene que ver con el Fenómeno El Niño.
Decía una persona que el fenómeno El Niño no debía ser
llamado así, puesto que denominarlo fenómeno exige no su repetición anual sino su
presencia eventual, ya que el termino fenómeno denota anormalidad.
Sin embargo existe otra acepción al concepto “fenómeno”,
aquella que condujo a la creación de la corriente denominada fenomenología, interesándose
en ella filósofos como Hegel, Husseri, Heidegger y Derrida.
La corriente kantiana ayudo al desarrollo de modelos psicodinámicos
como también a las teorías sobre el modo en que interaccionan el cerebro, la
mente y el mundo exterior. Se puede decir que se pueden agrupar los fenómenos en
función de su naturaleza. Los fenómenos dentro de las ciencias naturales (fenómenos
físicos, químicos, biológicos), y los fenómenos en las ciencias sociales (psicológicos,
sociológicos, económicos).
Sin duda que el fenómeno El Niño encaja dentro de los fenómenos
naturales, porque abarca fenómenos geológicos (erosión), hidrológicos (inundaciones,
evaporación, precipitación), meteorológicos (viento, lluvia), fenómenos biológicos.
Como se observa, son dos puntos de vista a los que hay que
tomar en cuenta. Uno debido a la ocurrencia no predictiva y el otro a
consideraciones filosóficas-científicas.
Habiendo hecho la diferenciación en cuanto a la acepción del
término “fenómeno”, el Comité Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno
El Niño (ENFEN), se pronunció en su aplicación del conocimiento científico diciendo,
que mantenía la alerta de condición fuerte ante el fenómeno El Niño 2015-2016,
debido a que las temperaturas en la Costa peruana se encontraban por encima de
lo normal.
El ENFEN fue más allá. Dijo, que las condiciones climáticas cálidas
fuertes se prolongarían hasta enero del 2016, y preciso: “Aún persiste una probabilidad del 40% de que
El Niño alcance el nivel entre fuerte y extraordinario, por lo cual se
recomienda mantener la alerta y seguir con las acciones de prevención”.
Como se puede comprobar, la intensidad de El Niño 2015-2016
no es la esperada. Lo rescatable en la actual situación son los trabajos de prevención.
Lo que se debe exigir es la rendición de cuentas, para comprobar la ausencia de
malos manejos del presupuesto.