14 de enero de 2018

La falta de agua


Oscar Muñiz Corro


En el hemisferio norte, el clima es implacable, con temperaturas bajo cero que hacen temblar a cualquier mortal. New York, Canadá, Europa, son solo algunos ejemplos de este “clima loco”. Ni hablar de lo sucedido en el desierto del Sahara, donde la nieve se hizo presente.

En el hemisferio sur, más específicamente en Sud América, donde hace menos de dos semanas se inició la estación del verano, con temperaturas iniciales por encima de los 25 grados Centígrados, y con la amenaza anual de El Niño, la disponibilidad de agua es prácticamente “normal”. En muchos países de este continente la disponibilidad de agua tiene prioridad de clase, pero el derroche y el mal uso del recurso agua no es un tema de prioridad gubernamental. El mejor ejemplo de esto es Perú, donde los que disponen en abundancia y los que no tienen una gota de agua se dan la mano.

Pantano Theewaterskloof (Antes/Despues)


Otra realidad es lo que sucede en Sud África. La presa Theewaterskloof, suministra la mayor parte del agua a la ciudad del Cabo. Si no llueve hasta finales de abril, la población de 4.5 millones de habitantes se quedarían sin agua. Para esa fecha solo habría disponibilidad de 25 litros de agua al día por persona. Esta cantidad de agua es el mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Desde hace varias semanas las personas solo pueden disponer de 87 litros de agua por día, para poder beber, lavarse, cocinar, limpiar y descargar el inodoro. El sector industrial-empresarial verá reducida su disponibilidad de agua entre el 45 % y 60 %.

Los embalses que dotan de agua a la ciudad llegaron al tercio de su capacidad de almacenamiento, de esto hace varios meses, por lo cual, la zona se definió como área de desastre. La alcaldesa de Ciudad del Cabo, Patricia de Lille, advirtió “Si el nivel del agua baja del 13 %, tenemos que cerrar el caño”.

La “hora cero” está prevista para el 29 de abril 2018. Téngase presente que la ciudad consume 600 millones de litros/día, cantidad que deberá ser reducida en más de 100 millones de litros/día para evitar una catástrofe.

Los entendidos en materia climática responsabilizan de esta situación al cambio climático, además de que el fenómeno El Niño contribuye con la extrema sequedad, todo lo contrario a lo que viene sucediendo en la costa sur de Perú.

La única alternativa frente a esta situación es la practicada desalinización del agua marina, tarea que permitirá recuperar entre febrero y julio 144 millones de litros de agua/día.

Acciones como la reducción de la presión en el suministro de agua, para limitar su consumo o aplicar un impuesto de sequía a los dueños de viviendas en función del valor inmobiliario, son acciones a implementar, esto permitiría ahorrar unos 260 millones de euros, los cuales serían invertidos en la ampliación de la infraestructura de agua.


Que la experiencia de la ciudad del Cabo sea ejemplo real para todo el mundo; que no solo la previsión planificadora salvara a las poblaciones de la pérdida del recurso hídrico. Una gota de agua es lo más valioso en esta vida. Una gota de agua vale más de lo que imaginas.  

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