Oscar Muñiz Corro
En el hemisferio norte, el clima es implacable, con
temperaturas bajo cero que hacen temblar a cualquier mortal. New York, Canadá,
Europa, son solo algunos ejemplos de este “clima loco”. Ni hablar de lo
sucedido en el desierto del Sahara, donde la nieve se hizo presente.
En el hemisferio sur, más específicamente en Sud América,
donde hace menos de dos semanas se inició la estación del verano, con
temperaturas iniciales por encima de los 25 grados Centígrados, y con la amenaza
anual de El Niño, la disponibilidad de agua es prácticamente “normal”. En
muchos países de este continente la disponibilidad de agua tiene prioridad de
clase, pero el derroche y el mal uso del recurso agua no es un tema de
prioridad gubernamental. El mejor ejemplo de esto es Perú, donde los que
disponen en abundancia y los que no tienen una gota de agua se dan la mano.
Pantano Theewaterskloof (Antes/Despues) |
Otra realidad es lo que sucede en Sud África. La presa
Theewaterskloof, suministra la mayor parte del agua a la ciudad del Cabo. Si no
llueve hasta finales de abril, la población de 4.5 millones de habitantes se quedarían
sin agua. Para esa fecha solo habría disponibilidad de 25 litros de agua al día
por persona. Esta cantidad de agua es el mínimo recomendado por la Organización
Mundial de la Salud.
Desde hace varias semanas las personas solo pueden disponer
de 87 litros de agua por día, para poder beber, lavarse, cocinar, limpiar y
descargar el inodoro. El sector industrial-empresarial verá reducida su
disponibilidad de agua entre el 45 % y 60 %.
Los embalses que dotan de agua a la ciudad llegaron al
tercio de su capacidad de almacenamiento, de esto hace varios meses, por lo
cual, la zona se definió como área de desastre. La alcaldesa de Ciudad del
Cabo, Patricia de Lille, advirtió “Si el nivel del agua baja del 13 %, tenemos que
cerrar el caño”.
La “hora cero” está prevista para el 29 de abril 2018. Téngase
presente que la ciudad consume 600 millones de litros/día, cantidad que deberá
ser reducida en más de 100 millones de litros/día para evitar una catástrofe.
Los entendidos en materia climática responsabilizan de esta situación
al cambio climático, además de que el fenómeno El Niño contribuye con la
extrema sequedad, todo lo contrario a lo que viene sucediendo en la costa sur
de Perú.
La única alternativa frente a esta situación es la
practicada desalinización del agua marina, tarea que permitirá recuperar entre
febrero y julio 144 millones de litros de agua/día.
Acciones como la reducción de la presión en el suministro de
agua, para limitar su consumo o aplicar un impuesto de sequía a los dueños de
viviendas en función del valor inmobiliario, son acciones a implementar, esto permitiría
ahorrar unos 260 millones de euros, los cuales serían invertidos en la
ampliación de la infraestructura de agua.
Que la experiencia de la ciudad del Cabo sea ejemplo real
para todo el mundo; que no solo la previsión planificadora salvara a las
poblaciones de la pérdida del recurso hídrico. Una gota de agua es lo más
valioso en esta vida. Una gota de agua vale más de lo que imaginas.
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