Oscar Muñiz Corro
El entrampamiento contemporáneo esta dado. Desde que se inició
la era industrial quedo evidenciado que la forma de producción anterior al
capitalismo, la etapa feudal, quedo atrás. En algo más de 200 años nos
encontramos en la encrucijada ambiental: seguir destruyendo el planeta o
atenuar el daño producido.
El descubrimiento del carbón y del petróleo como fuente
energética, aunque necesarias, ahora se convierten en fuente de desventura para
sus usuarios. Cada día es más evidente el perjuicio que el beneficio aportado. Desmontar
su uso y aplicaciones es muy difícil. A pesar de ello se insiste en la defensa
de proseguir con su uso aunque este vaya acompañado de la destrucción de la Tierra.
Ad portas de la reunión de la COP23 en Colonia-Alemania,
es oportuno reflexionar sobre el asunto. El artículo “Geoingeniería: ¿es unabuena idea manipular el clima”? , contribuye a esa reflexión, donde Stefan
Schafer dice “El acuerdo de Paris ha cambiado el tono en el que se habla de la
ingeniería climática”.